por Hugo Nisembaum
Vivimos tiempos de incertidumbres. Nos preguntamos como las situaciones del mercado y de los trabajos serán (si ya no lo son) impactados por el momento económico. No sabemos qué acción tomar y muchas veces no tomamos ninguna. Lamentablemente esta incertidumbre crea lo que podemos llamar de VACIO, y cuando hay VACIO, la negatividad lo llena rápidamente.
Tenemos la tendencia a incorporar más las malas noticias que las buenas. Como consecuencia, comenzamos a asumir lo peor y actuamos bajo esa influencia.
Esencialmente, todo eso tiene que ver con miedo. Cuando estamos inseguros, miedo y negatividad toman forma y dominan nuestros pensamientos, comportamientos y acciones. Esto nos lleva a una falta de confianza, menor productividad, foco pobre, trabajos de equipos poco creativos y baja performance.
Envés de tomar acciones positivas para impulsar nuestros equipos, optamos por un modo de supervivencia y tratamos simplemente eso, DE SUPERVIVER.
Es por eso mismo que creo que hoy, más que nunca es tiempo de LIDERAZGO POSITIVO.
Es hora de crear un ambiente de abundancia, donde envés de escatimar las posibilidades, optamos por buscar todas las posibilidades. Crear un ambiente de energías positivas inspira, alienta, promueve acción de todos. Podemos constatar que el gran liderazgo la transferencia de creencias, de confianza.
Los estudios prueban que los abordajes positivos producen resultados de negocios significativamente superiores que los métodos que se concentran prioritariamente en los puntos débiles y el gap.
Sin embargo, precisamos ser claros, Liderazgo Positivo exige mucho más que discursos inspiradores.
Producir performance extraordinaria, generar desvíos positivos de resultados, y crear un ambiente de trabajo pleno de vitalidad son los principales objetivos del liderazgo positivo.
Estudios empíricos y trabajos que realizamos confirmaron que este abordaje produce resultados que van más allá de lo esperado.
Trae mejoras tanto en la productividad, rentabilidad, calidad, innovación para a organización y produce beneficios para los individuos en la salud, en el bien estar emocional, en el funcionamiento del cerebro, en las relaciones y en el aprendizaje.
Los líderes positivos buscan oportunidades deinvertiren cada individuo que trabaja con ellos. Observan las interacciones con sus equipos como posibilidades de aumentar el potencial de cada miembro, promoviendo un clima de trabajo favorable, aumento de satisfacción, mayor compromiso, mejor performance.
Esa parcialidad en lo positivo debe sin duda estar fundamentada en valores nobles propuestos y practicados tanto por la organización como por los individuos.
Deben ser generadores de confianza y esta confianza ser constatada de forma permanente.
Este es uno de los mayores desafíos de los líderes, en un mundo donde la incredulidad en las instituciones aumentó y las personas se preguntan cada vez más donde vale la pena invertir tiempo e energía.