! Yo había definido que publicaría este articulo el viernes pasado y solo salió ahora!
Estimase que el 15% al 20% de las personas tienen un problema crónico de dejar para el último minuto aquello que necesitan hacer.
Este número aumenta cuando hablamos de cosas circunstanciales, o sea, temas o tareas con las cuales no nos sentimos confortables.
Es normal reír, hacer bromas sobre el tema, pero esto no afecta solo la calidad de nuestro trabajo, afecta también nuestro bien-estar.
En un proceso creativo es natural que exista un tiempo de incubación hasta que las ideas se ordenen y la cosa se concrete.
Por lo tanto definir plazo es algo fundamental para que la cosa suceda.
El maestro Tom Jobim una vez cuando preguntado sobre cuál era su inspiración respondió“Es el plazo hija, es el plazo!”.
Pero porque cuando el plazo viene de una demanda externa funciona mejor que cuando nosotros lo definimos?
Si observamos el resultado de este estudio hecho en 2002 por los investigadores Dan Ariely y Klaus Wertenbrooch.
60 estudiantes fueron divididos en tres grupos y tenían que concluir la misma tarea, revisar un texto. A cada error encontrado ganarían 10 centavos y a cada día de retraso perderían 1 dólar.
El primer grupo tenía que cumplir plazos de entregas parciales a cada semana.
El segundo grupo tenía apenas que cumplir un plazo final.
El tercer grupo podía definir el plazo en que quería concluir la tarea.
A pesar de las multas por retraso, el tercer tuvo el peor resultado, seguidos por aquellos que tenían apenas un plazo final.
El grupo que tuvo los mejores resultados fue el primer que tenía resultados parciales.
Ese estudio fue repetido en 2014, ahora con una tarea aparentemente fácil que escondía un grado más grande de complejidad.
Los resultados fueron devastadores, los que dejaron para el último minuto, al ver que no conseguían concluir la tarea, desistieron.
El plazo auto impuesto solo funciona cuando asociamos la actividad a algo agradable o encontramos significado en aquello que hacemos.
Es lo que dicen investigadores de la Michigan Business School y de la Bishop University.
Por lo tanto le recomendamos que defina metas parciales, festeje cada etapa conquistada y busque una visión amplia de como aquella actividad o tarea contribuye para sus objetivos.